lunes, 18 de abril de 2011

Ser princesa de aquel principe que nunca apareció .

Uno que se va , otro que vuelve. Uno que aparece , otro que no se llegó a ir. Da igual cuántos se marchen enfadados , siempre volverá uno dispuesto a deshacerte la cama y a abrazarte mientras duermes. No puedes quedarte mirando en la dirección del que se marcha , tienes que mirar en la dirección del que va a llegar. Puede que te deje de gustar que te coman la oreja y te empiece a gustar que te besen el cuello. Son esos cambios que llegan cuando no quieres que cambie nada los que en realidad marcan lo que es vivir y lo que no. Porque no vamos a engañarnos , somos los unos los que tenemos que cuidar de los otros. Darle un jersey al que tenga frío , un pantalón al que se haya quedado en ropa interior. Hay que abrazar para despedirse ..
Luego te tumbas en la cama y los olores son los mismos y ya no hay nadie que te acaricie el pelo sin dejarte dormir. Hay gente que duele que se marche sin decir adiós , pero se compensa con esos que llegan sin avisar. Los que hablan contigo y te insultan un poco , y te enseñan que callado tienes más encanto. Esos que te agarran el cuello cuando te dan dos besos .

1 comentario: