domingo, 20 de febrero de 2011

Sin miedo a caer.

» La idea de volver a sentir me resulta temeraria. Una parte de mí dice eso que siempre dice la cabeza, nuestra parte "racional": "te acabarán haciendo daño... te volverán a romper el corazón y sabes que todavía no está del todo recuperado". Sería como tomar mi corazón del suelo, donde ha sido pisoteado, y con un cristal, hacerle pequeños cortes. "Siempre termina todo mal". ¿Llegará un momento en el que mi corazón se quede sin sangre? ¿O es que acaso está condenado a sufrir toda su vida?Es más fácil vivir sin sentir. Ni tan siquiera hay preocupaciones de aquel tipo, ¿por qué no me habrá llamado? ¿con quién era con la que hablaba? o demás tonterías que se cuestiona el corazón. 
Pero hay otra parte de mí, que aun sabiendo que es más fácil vivir sin sentir, quiere encapricharse con alguien, enamorarse hasta que el amor explote de su cuerpo y salga a través de sus ojos y la persona amada lo vea y también llegue a sentirlo. Porque vivir sin sentir, es más aburrido. Es una forma vacía de vivir. Y si amamos, nos llenamos el alma de pequeñas esperanzas, deseos. Y sí, puede que alguno muera en el camino. ¿Pero y los que llegamos a alcanzar? Yo, al menos, no los olvido nunca. Y al recordarlos, se me pone esa sonrisita tonta en la cara.
Asi que, hoy, elijo volver a sentir. Elijo llenarme la cabeza de pájaros y vivir con ellos en las nubés, en lo más alto del cielo... sin miedo a caer.

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